lunes, 9 de julio de 2012

04-11-2011 Los Barruecos, LLanos de Cáceres y Vía de la Plata

En esta ocasión vamos a realizar una ruta desde Cáceres, pasando por los Barruecos, los Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes, hasta Valdesalor donde a través de la Vía de la Plata llegaremos de nuevo a Cáceres.
Comenzamos el recorrido, tras descargar y preparar las bicicletas, desde el parking de la estación de ferrocarril de Cáceres. 
Sobre el cielo se observaban varios nubarrones oscuros que no presagiaban un día muy soleado. Seguimos por el carril-bici de la travesía de la carretera N-630 hacia las afueras de Cáceres, abandonándola en el desvío hacia Aldea-Moret.
Con cuidado, ya que era temprano y había bastante tráfico, atravesamos la avenida principal del barrio por varias rotondas, hasta las afueras del mismo, comenzando a circular paralelo a la vía del tren y alejándonos de las casas. A poca distancia nos encontramos con el Cordel de las Merinas que tomamos pasando sobre las vías del tren y poco después atravesamos por un paso elevado la autovía A-66.
Tras coronar el paso elevado, salieron a nuestro encuentro dos mastines de considerable tamaño, que guardaban un nutrido rebaño de ovejas; pero que al ver que no les hacíamos el minimo caso, dejaron de ladrarnos y volvieron a su vida reposada.
Continuamos hasta la carretera EX-100, que comunica Cáceres con Badajoz, dejando a nuestra derecha la Ermita de Santa Eulalia y la señalización que evidencia la correspondencia de la ruta en algunos tramos, con el Camino Natural del Corredor Cáceres-Badajoz (muy bien señalizado como todos los Caminos Naturales).



  
La climatología habia cambiado un poco y comenzanban a caer una débil llovizna que nos acompañaría toda la ruta.
Seguimos hacia la derecha la carretera durante un corto trayecto, abandonándola de nuevo a la derecha, continuando nuestro camino hasta la Casa del Millar, donde giramos a la izquierda. Continuamos hasta desviarnos de nuevo a la derecha por el Camino de Montanchez, que nos va acercando poco a poco a la zona de los Barruecos, adivinándose a medida que avanzamos el paisje granítico que nos espera.









Varios nidos de cigüeña sobre grandes bolos graníticos y varios caballos nos dan la bienvenida al Monumento Natural de los Barruecos y nos acercamos a la orilla de la Charca del Barrueco de Arriba, donde hacemos una pequeña parada para descansar y observar el paisaje tan peculiar.






Después de un pequeño paseo, volvemos al camino y tras bordear las varias charcas que conforman el paraje, nos dirigimos hacia el sur, atravesando fincas de ganado por una densa dehesa de encinas.
Así tras una pequeña subida, emprendemos la bajada hasta el Rio Salor, atravesándolo por un puente, no antes de admirar un bonito paisaje de postal.




Hasta aquí el perfil de la ruta ha sido en bajado o llano, comenzando desde el cauce del rió un perfil ascendente, aunque con poca dificultad, que permite disfrutar de la ruta.
Un pequeño repecho tras el puente, nos lleva hasta la Colada del Lavadero de Lanas y al poco tiempo de abandonar el río, a la derecha del camino, nos encontramos entre las encinas de la dehesa con una sorpresa. Se trata del Dolmen de la Hijadilla. se trata de un monumento megalítico destinado a enterramientos colectivos. Está constituido por una cámara funeraria casi circular construida con grandes piedras dispuestas verticalmente (ortostatos) que soportan losas horizontales, que le sirven de cubierta, y un pasillo de acceso o corredor, levantado también con lajas de granito, que desemboca en la cámara. En su origen todo el monumento estaba cubierto con tierra formando un túmulo. Pueda datar desde finales del Neolítico (IV milenio) a la Edad del Bronce (II milenio).




 Después de contemplar tan singular y perdurable monumento, continuamos entre encinas, que van desapareciendo poco a poco, a medida que nos vamos acercando de nuevo a la carretera EX-100. Al llegar a la carretera giramos a la derecha e inmediatamente a la izquierda, donde vemos un cartel indicador de la zona por la que vamos a transitar.


Desde allí, siguiendo la Cañada Real del Puerto del Pico y Miravete, por un perfil ondulado, llegamos tras una bajada, al Puente Viejo de la Mocha, sobre el Río Salor, donde nos unimos al trazado de la Vía de la Plata, y desde donde se divisa la cercana localidad de Valdesalor.









A partir de este punto nos guía la señalización de la Vía de la Plata, que tras cruzar el puente nos lleva hasta Valdesalor. Desde aquí comenzamos a pedalear en paralelo a la N-630, cruzando la autovía A-66 por un paso elevado. Ya en subida, seguimos primero por camino y, tras un camino asfaltado de acceso a una cantera, emprendemos por la N-630 el ascenso al Puerto de las Camellas. Subimos a ritmo y tras coronar el puerto continuamos por carretera pasando al lado de las instalaciones militares del CEFOT (Cuartel Santa Ana) y el Recinto Ferial, tras el cual entramos en Cáceres por la travesía donde comenzamos la ruta, por la que no tenemos más que continuar de frente, haciendo una parada en una estación de servicio próxima para quitarle el barro a las bicicletas y a las alforjas.



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